Título de la obra: Matar a un ruiseñor
Titulo original: To Kill a Mockingbird
Autor: Harper Lee
Género literario: Novela, ficción social
Editorial: J. B. Lippincott & CO
Ciudad en la que se publicó: Estados Unidos
Año de publicación: 11 de julio de 1966
No de páginas: 281 páginas
Realidades que trascienden «Matar a un ruiseñor» Harper Lee
Por Ana Orozco
Matar a un ruiseñor es una de esas obras que te muestra la realidad de un mundo que piensas ya no existe, pero que aún con el pasar del tiempo te das cuenta que la problemática que relata el libro aún sigue vigente. Tuve la oportunidad de leer esta obra hace más de dos años y aún tengo presente algunos diálogos de la historia, ya que la trama y la forma en cómo se cuenta hace que reflexiones y compares el contenido de la historia con hechos que siguen ocurriendo en la actualidad.
Es imposible hablar de tan maravillosa obra, sin antes hablar de la mente maestra tras ella. Harper Lee fue una escritora estadounidense y ganadora de un premio Pulitzer (un premio otorgado por logros en periódicos, revistas, periodismo en línea, literatura y composición musical dentro de los Estados Unidos) aunque solo cuenta con dos novelas, Matar un ruiseñor fue lo único que basto para ser merecedora de ese tan prestigioso premio.
La historia se desarrolla durante un período de tres años y está ambientada en la década de 1930, en el Estado de Alabama en el sur de EE. UU; ver el mundo de una niña de ocho años Scout Finch, quien vivía con su padre un abogado viudo Atticus Finch y su hermano que es solo algunos años mayor Jem; una época donde la segregación racial estaba en su apogeo, a decir verdad, a lo largo del escrito se pueden encontrar frases que una niña de ocho años no diría, pero creo que es esa inocencia la que Lee quiere transmitir.
Atticus acepta defender a un joven de descendencia afroamericana, acusado de violar a una joven blanca, aun sabiendo que tal caso causaría un gran revuelo, decide defenderlo sin importar las consecuencias que esto le traería, un suceso que sacudió la estabilidad de este pequeño pueblo sureños. Attticus no fue el único perjudicado ya que sus hijos se convirtieron en un blanco de ofensas de y señalamientos por parte de otros niños, todo ello a raíz de la decisión que tomo Atticus al defender a este joven. Los pequeños niños se enfrentaron a una realidad que era difícil de asimilar, al mismo tiempo se sumergen en la cultura afroamericana, la historia deja de contener diálogos, vivencias y aventuras de niños, para tornarse, se puede decir madura, es entonces cuando esos diálogos infantiles empiezan a contar la historia con inocencia y transparencia.
Te hace darte cuenta que muchos de estos problemas siguen vigentes en la actualidad, y que hay cosas que no pueden ni con el paso del tiempo, injusticia social, diferencias de clases, roles de género y así otros temas que no deberían arrastrarse desde épocas pasadas. Me resulta tan llamativa la narración que se utiliza, es una narración simple, pero detallada que te transporta, deja entrever los tejidos de las clases sociales y los padecimientos que estás tenían sin importar el color de piel, muestra las debilidades y fortalezas de la sociedad de una forma transparente y usa a la protagonista de ocho años para darle a esas descripciones una perspectiva inocente, pero crítica.
Aborda temas que en esa época eran tabú, pero aun así la autora decidió hacerles frente a esas limitantes y aventurarse en esos temas, se muestra como temas relacionados con tu color de piel y las clases sociales, intensifican los prejuicios de una sociedad llena de ellos. Es una historia llena de diálogos un tanto infantiles, pero te das cuenta que tras esos diálogos la autora deja un mensaje. Muestra como valores tan simples, son difíciles de poner en práctica. Los acontecimientos te atrapan de principio a fin, nunca te aburrirás.
En cuanto al título de esta obra y lo que representa, hay una parte de la historia donde Atticus regala en navidad a Scout y Jem rifles de aire comprimido y deja que su tío les enseñe a usarlos, Atticus les advierte: pueden “matar tantas urracas azules como deseen, pero deben recordar que es pecado matar un ruiseñor”, más adelante se narra cómo Scout confundida por esa advertencia decide consultar a su vecina y ella le dice “que los ruiseñores solo hacen una cosa, y es cantar para nuestro deleite”.
Los ruiseñores representan la inocencia de las personas, y se relaciona con el caso que Atticus estaba llevando en la corte. Así mismo para Lee, el ruiseñor es un ave muy representativa, ya que a menudo recurría al tema del ruiseñor cuando quería hablar sobre temas que relacionan la moral. Hay quienes afirman la posibilidad de que esta sea la historia de la misma autora y del entorno en el que ella se desarrolló, ésto se debe a la decisión de Harper Lee en cuanto al uso del apellido de soltera de su madre (Finch), y usar el nombre y la profesión de su padre para darle identidad al padre de la protagonista de la novela.
En lo personal es una obra de gran significado, de la cual aprendí mucho y me gustaría que más personas tuvieran la oportunidad de leerla, por esa razón no quise ahondar tanto en detalles en la trama, ya que hay cosas que dependen de la percepción del lector, sin duda es una obra que merece de todo el prestigio que goza.
“Uno no entiende a los demás hasta que no considera las cosas desde su punto de vista; hasta que no se mete bajo su piel y camina con ella por la vida”
Autora: Ana Orozco
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