PROSTITUCION, ¿LEGAL O NO EN NICARGUA?
Muchas mujeres en Nicaragua optan por la prostitución, ya sea por la necesidad, dificultades, o por el simple hechos de gustar del sexo. En esta última instancia es más un ganar que perder; sin embargo, como cualquier otro trabajo, es necesario tomar ciertas precauciones y medidas laborales óptimas. Más en relación al trabajo sexual, debido al entorno de este empleo. Algunas no creen en sí mismas y en el poder que tienen ante la sociedad, o desconocen simplemente desconocen su poder como mujeres en su entorno en general.
En Nicaragua se encuentran alrededor de 14.000 prostitutas. Muchas de diferentes orígenes, condiciones y edades; y cabe aclarar que para ser prostituta en Nicaragua se necesitará de un permiso, de lo contrario, una mujer puede ser multada. También se menciona en el Reglamento de la Prostitución y Profilaxia Venérea, que la mujer puede ejercer este oficio siempre y cuando sea mayor de 18 años. Acompañado de esto, algo que he podido notar es el método por el cual las trabajadoras nocturnas se dividen; y lo hacen en grupos, ya sea por raza o por género, esto último lo menciono porque no es un secreto para nadie que las mujeres trans también acuden a la prostitución.
Se sabe que las mujeres trans normalmente acuden a la calle por el hecho de que en Nicaragua no respetan la igualdad de opinión y la diversidad que existe en el mundo. Por ende, se sienten más vulnerables y no aceptadas al estar en una empresa, ya que no acostumbran a ser vistas o tratadas con los mismos derechos que los demás trabajadores, algo que también es visible cuando se habla acerca de la prostitución.
Desde el año 1927 la prostitución es legal en Nicaragua y es algo que a mucha gente le suele sorprender, pero a mí me parece correcto que esté respaldado por una ley. Las trabajadoras sexuales de por sí ya se ven afectadas por el estigma, lo menos que merecen es el apoyo de una ley. Son comunes los casos donde se han visto a mujeres asesinadas, golpeadas y secuestradas y las autoridades no hacen nada por el hecho de ser prostitutas.
Es por ello que con el paso de las décadas a las mujeres les ha tocado abrirse a sí mismas las puertas dentro de esta sociedad, más que puertas se han ganado los derechos de ser respetadas, resguardadas y protegidas sin importar el oficio que ejerzan. Sin embargo, esto no aplica en su totalidad; pues las mujeres prostitutas siguen luchando por sus propios derechos y condiciones.
Cada una de esas mujeres tiene un motivo por el cual ha decidido enfocarse en este trabajo, cada una de esas decisiones es personal y es algo que debe respetarse; pues, al final del día es un trabajo más. No obstante, lo siguen estigmatizando, a este y a sus peligros. Estas mujeres saben la suerte con la que corren, ellas mismas saben al peligro que se enfrentan, salen con el riesgo de pensar si ese será su último día.
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